LOS MÚLTIPLES BENEFICIOS DE LOS ACEITES VEGETALES Y ESENCIALES EN COSMÉTICA

Los aceites vegetales y esenciales debido a su composición, tienen efectos positivos en nuestra piel y cabello.

Vamos a hablar sobre todo lo que nos regala la naturaleza con sus propiedades

PROPIEDADES EMOLIENTES

Lubrican la epidermis y ofrecen un tacto sedoso, aportando flexibilidad.

PROPIEDADES ANTIBACTERIANAS Y ANTIFÚNGICAS

Ayudan a combatir bacterias  y hongos

PROPIEDADES NUTRITIVAS

Gracias al aporte de ácidos grasos esenciales, vitaminas, minerales y principios activos.

PROPIEDADES ANTIOXIDANTES

Los antioxidantes son sustancias que combaten los radicales libres.

PROPIEDADES HIDRATANTES

Gracias a que retienen el agua en la epidermis y el cabello hidratan en profundidad.

PROPIEDADES REPARADORAS

Nos ayudan a reparar y mejorar las condiciones de la piel.

 

RELACIÓN DE ACEITES VEGETALES:

ACEITE DE ALMENDRAS

Se obtiene del fruto del almendro.

Entre los beneficios que nos ofrece destaca, que es suavizante, hidratante, antiinflamatorio y nutritivo.

En su composición tiene ácidos grasos como el oleico, linoleico, y vitaminas A, B y E.

Indicado para pieles secas, sensibles, muy adecuado para la delicada piel de los bebés y niños.

ACEITE DE AGUACATE

Se obtiene del prensado de la pulpa del aguacate.

Sus propiedades son, muy emolientes y  nutritivas.

Se compone de ácidos grasos que penetran en las capas profundas de la epidermis, Omega 6 y omega 9,

proteínas, vitaminas y minerales.

Está indicado para pieles maduras , envejecidas y  cabello seco y debilitado.

ACEITE DE ARGÁN

Obtenido del fruto del árbol del argán, llamado Oro Líquido.

Se encuentra entre sus propiedades su acción antioxidante, calmante, suavizante, regenerante y nutritiva.

Se compone de betacarotenos, escualeno, ácidos grasos Omega 3 y vitaminas como la E.

Adecuado para todo tipo de piel, goza de textura ligera y suave aroma. El cabello también sale beneficiado de su aplicación.

En 1999, la UNESCO catalogó al árbol del argán, como Patrimonio de la Humanidad.

ACEITE DE COCO

Su obtención se realiza mediante prensado de la pulpa del coco.

Sus propiedades son muy hidratantes, calmantes y protectoras, penetrando en las capas profundas de la piel,

Con ácidos grasos como láurico y cáprico, minerales tales como hierro, calcio, magnesio y vitaminas E y K.

Idóneo para prevenir arrugas, trata pieles envejecidas, reactivas, e irritadas.

ACEITE DE JOJOBA

Se obtiene de la extracción del aceite de las semillas del pequeño arbusto que es el Jojoba.

Contiene propiedades hidratantes, antiinflamatorias, antimicrobianas, penetrando en profundidad en la epidermis.

Se destaca por sus ceramidas , ácidos grasos Omega 6, vitaminas A, E, y D. Su grasa es muy similar a la de nuestra piel.

Muy indicado para pieles grasas, pero también beneficia a las pieles envejecidas por sus ceramidas.

ACEITE DE GERMEN DE TRIGO

Se extrae del germinado de la semilla del trigo.

Entre sus propiedades están que es antioxidante, regeneradora, reparadora, antienvejecimiento, nutritiva.

Contiene proteínas, minerales, y vitaminas del grupo B.

Se benefician de él las pieles maduras, flácidas, con dermatitis, eczemas etc .

ACEITE DE ROSA MOSQUETA

Este aceite tan conocido, se extrae por presión de unas semillas piramidales, que hay dentro de los frutos de las rosas del árbol de la rosa mosqueta.

Está lleno de nutrientes que le otorgan un poder regenerador, antienvejecimiento, antioxidante, y estimulador de la producción de colágeno y elastina.

En su composición tiene, ácidos grasos esenciales, Omega 3, vitaminas C, E y retinol.

Apto para todas las pieles, excepto las grasas.

Es un de los mejores regeneradores de la piel.

ACEITE DE SÉSAMO

Se extrae de las semillas del sésamo.

Sus beneficios son hidratantes, protectores, antioxidantes y reafirmantes.

Se caracteriza por sus Omega3 y Omega 6, vitamina E, calcio, magnesio y fósforo.

Bueno para pieles castigadas, envejecidas y flácidas.

ACEITE DE CÁÑAMO

Se obtiene de las semillas de la planta del cáñamo.

Vamos a explicar la diferencia entre el cannabis que es un psicoactivo y el CBD o cannabidiol, es un componente que se utiliza de forma tópica (el cáñamo)

El THC es el cannabinoide que produce sensación de euforia (marihuana). Mientras que el cannabinoide CBD no es psicoactivo, y es el que está dentro del cáñamo.

Son dos variedades de la misma planta, con distintos componentes  químicos.

Podemos disfrutar de sus propiedades nutritivas, antiinflamatorias, antisépticas,  relajantes, suavizantes y aportan elasticidad.

Contiene un buen número de minerales, vitaminas A, C y B, y tiene el mayor contenido de ácidos grasos poliinsaturados,  Omega 3 y Omega 6 que cualquier otra planta y aceite vegetal.

Beneficioso para todo tipo de pieles, deshidratadas, secas, envejecidas ,desvitalizadas , grasas, sensibles etc.

ACEITE DE PEPITA DE UVA

Se extrae de las semillas de la vid (la uva)

Con propiedades antioxidantes, nutritivas, fortalecedoras , reafirmantes y ligeramente astringentes. Penetra muy bien en la epidermis.

Entre sus nutrientes tiene, bioflavonoides, ácidos grasos Omega 6 y Omega 9, resveratrol y vitamina E  C y K .

Disfrutan de sus beneficios todo tipo de pieles , hasta las acnéicas.

ACEITE DE ALBARICOQUE

Su obtención es del hueso del albaricoque

Tiene propiedades hidratantes, regeneradoras, calmantes, antioxidantes e iluminadoras.

Contiene muchas vitaminas como A  E  y C, carotenoides, ácidos grasos como el oleico, y linoleico.

Este aceite lo deben evitar las pieles grasas, ya que puede obstruir los poros. Indicado para pieles secas, sensibles y envejecidas.

ACEITE DE AVELLANA

Del fruto del avellano se extrae dicho aceite.

Con poderes hidratantes, flexibilizadores y reafirmantes.

Sus nutrientes contienen vitaminas A y E, minerales como calcio, potasio, magnesio, y ácidos grasos esenciales.

Recomendado para pieles maduras.

 

Es importante que los aceites sean de primera presión en frio, o bien ecológicos, para  que contengan todas sus propiedades

beneficiosas para nuestra epidermis. También que estén en envases de cristal oscuro, al abrigo de la luz y del calor, para evitar

que se oxiden y  tenerlos en la nevera bien cerrados.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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